Opinión sobre CORTIJO FERRADORES de Carmen Martín
Estuvimos 16 personas en la casa de 14 plazas durante el puente del primero de Mayo. La casa es mucho más bonita de lo que aparece en las fotos y muy amplia también, sin embargo nuestra impresión general ha sido muy mala y, desafortunadamente, no volveremos más.
El principal problema es que al haber otras casas puede ser que alguna, como fue nuestro caso, la ocupe algún grupo con ganas de fiesta, en nuestro caso incluso llevaron sus propios altavoces para poner música a un volumen excesivo, sin ningún tipo de control por parte del propietario. Avisamos la tarde que vimos los altavoces para que no hubiese problemas durante las horas de sueño y, a pesar de ello y de que el dueño quedó en estar pendiente y que le avisásemos, la noche fue una auténtica tortura en la que ni los convecinos quitaron la música frente a las llamadas de atención ni el dueño abrió la puerta de su casa para atendernos. Nuestro descontento se basa en la falta de control por parte del dueño.
Además las camas son muy viejas y se hunden, a lo que hay que sumarle que las sábanas son muy antiguas y tienen pelotillas que dan la sensación de haberte acostado sobre arena.
Por último, el dueño nos indicó que los espacios con césped, que era donde daba la sombra, no se podían pisar, por lo que teníamos que estar en la zona de arena para poder realizar todas las actividades del exterior o bien en el porche. Un gran inconveniente cuando llevas niños.
Por lo demás, si tienes la suerte de que te toquen buenos vecinos y una buena cama, el sitio es estupendo, de difícil acceso si no sigues las instrucciones de la web (los GPS indican mal el camino y te llevan entre olivos). Tiene caballos y pavos reales que te sorprenden a cada instante. Y los paisajes aledaños son preciosos para hacerse un álbum.